Análisis: MadWorld (parte II)

La mecánica de juego en MadWorld consiste principalmente en ir cumpliendo ciertas misiones machacndo a todo enemigo que se cruce por nuestro camino, tratando de variar en las ejecuciones, para así sumar puntos suficientes como para enfrentar a un jefe final.

Más allá de los minijuegos y de algún que otro jefe que resulte particularmente complicado de derrotar, el esquema se limitará a apretar botones y sacudir los controles de forma casi frenética.

Por suerte los combates resultan intensos, llenos de ese líquido escarlata capaz de deleitar a todo hombre y de un humor negro por demás efectivo, lo que termina de resumir un control muy bien logrado, que no por repetitivo resulta aburrido en algún momento.

Pero no podemos dejar de mencionar algunos problemas que afectarán su experiencia de juego en general, en mayor o menor medida.

En primer lugar, la campaña se antoja corta, sencilla y muy lineal, tres errores que supuestamente no iban a estar presentes en la versión final, y aunque resulta como dijimos entretenido de principio a fin, es justamente el hecho de que las horas pasen sin darse cuenta lo que da una mayor sensación de su limitada duración.

El hecho de poder recorrer los niveles a gusto y placer no termina siendo una virtud del todo gracias a los límites de tiempo que deberán sortearse para superar las misiones.

Otro defecto menor, aunque sumamente frustrante en ocasiones, sale a la luz con el sistema de salvado, un tanto anticuado para los tiempos que corren, siendo necesario recorrer nuevamente un nivel entero si morimos cerca del final.

De todos modos, MadWorld es una propuesta interesante y obligatoria para usuarios de Wii que estén buscando algo diferente dentro del catálogo de la consola. Y bueno, si querían sangre y violencia, saldrán por demás complacidos. Ahora que si no les agrada los títulos en blanco y negro, mejor vallan por otro juego.

 

Juegoconsolas le otorga a MadWorld un 8.

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