Análisis: Coraline

No se que es lo que debe sentir la gente de Papaya Studios por sacar Coraline al mercado. Un título realizado a medias y que se nota que esta apuntado al público más pequeño… pero que no por eso tienen derecho a hacer un producto por demás de vacío  

No sólo se trata de uno de los juegos de plataformas de menor cañidad de los últimos años, sino que además estos muchachos se dieron el lujo de arruinar la fantástica novela homónima de Neil Gaiman, recientemente llevada a la pantalla grande.

Realmente cuesta encontrar palabras para describir la mediocridad que representan tanto la versión para Wii como la disponible para PlayStation 2. No se puede entender cómo en el año 2009 todavía haya desarrolladores que no entendieron conceptos jugables tan elementales.

Para que se den una idea, en Coraline el manejo del personaje es increíblemente torpe y limitado, pudiéndose realizar acciones básicas, como saltar, sólo en determinados lugares. Piensen en todos los defectos que un juego de plataformas puede tener, incluso los más obvios, y recién ahí podrán tener una idea de lo que les espera al probar este juego.

Increíblemente corto, enigmas de resolución instantánea, mini juegos tontos, enormes bugs, son tan sólo algunas de las cualidades negativas de esta regular adaptación de una increíble licencia. Los gráficos son, dentro de todo, aceptables. 

Para ser justos con los desarrolladores, habría que destacar una escena de presentación muy bien elaborada, además de la actuación de quienes prestaron sus voces para dar vida a los personajes. Estas dos virtudes ayudan a que el juego no obtenga un puntaje aun menor, lo cual ya es mucho decir.

 

Sin dudas que Coraline es un intento más de adaptar películas exitosas al mundo del videojuego. Lástima que el resultado sea el de un producto flojo y termime siendo sólo una opción para los más chicos (y ni siquiera eso).   

 

Juegoconsolas le otorga a Coraline un 4.

 

 

 

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